TIPOS DE SUELO

Las tarimas flotantes

Estos tipos de tarima presentan algunas ventajas muy interesantes

●        Las tarimas flotantes suelen estar fabricadas con derivados de la madera, por lo que son más económicas que los suelos de madera maciza.

●        Además, es cada vez más habitual que se utilicen materiales reciclados para su fabricación, así como otros componentes con certificación ecológica. Como consecuencia, estos tipos de tarima generan menos impacto en el medio ambiente.

●        Resisten muy bien los arañazos y el desgaste.

●       Si tu suelo tiene problemas de nivelación no es un inconveniente para colocar la tarima flotante. Previamente a su instalación aplicaremos una pasta niveladora para acabar con este problema.

●        No necesitan herramientas especiales para instalarlas, ni conocimientos complejos. Cualquiera un poco manitas puede instalar estos tipos de tarima.

Factores a tener en cuenta de las tarimas flotantes:

●        Si vives en una zona con cambios bruscos de temperatura, la expansión y contracción que se generará en este tipo de tarima terminará afectándole negativamente con el paso de los años.

●        No se puede lijar y pulir.

●        Al ser un laminado rígido, no es extraño que haga ruido al caminar por encima.

Las tarimas vinílicas 

Te contamos las ventajas de estos tipos de tarima hechos de material sintético (normalmente PVC o vinilo):

●        Pueden tener gran cantidad de acabados: imitación a madera, baldosa, mármol, etc.

●        Son especialmente resistentes al desgaste, por lo que este tipo de tarimas son aptas tanto para el uso doméstico como el comercial.

●        Al estar fabricadas en un material más flexible, las tarimas vinílicas amortiguan mejor el ruido que las tarimas flotantes.

●        Se limpian fácilmente con agua y un detergente no abrasivo, puesto que son impermeables.

●        Estos tipos de tarimas son especialmente adecuadas para las zonas más húmedas de la casa, como el baño o la cocina.

●        Pueden instalarse directamente sobre el suelo anterior, por lo que se ahorra tiempo y dinero. 

Por supuesto, también cuentan con otros factores a tener en cuenta:

●        No toleran muy bien la luz solar directa ni las fuentes de calor, por lo que no se aconsejan estos tipos de tarima en habitaciones donde dé mucho el sol o donde se superen los 35ºC de temperatura.

●        Tampoco son muy buenas disimulando las irregularidades del suelo sobre el que se hayan colocado, ya que se trata de láminas bastante finas y flexibles. Si hay un desnivel, lo más probable es que se note.

Y ahora que ya conoces las ventajas y desventajas de los tipos de tarima que tenemos, ¿por cuál te vas a decidir?

Si aún no lo tienes claro, ¡deja que te asesoremos!